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¡Descubre tus derechos laborales en caso de despido discriminatorio!

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    En España, la Constitución prohíbe la discriminación en el ámbito laboral en su artículo 14. Sin embargo, desafortunadamente, aún se producen actos discriminatorios que, en ocasiones, resultan en despidos injustificados. ¿Te preguntas si puedes ser despedido por discriminación? ¿Cómo se considera un despido nulo? ¿Puedes reclamar una indemnización y recuperar tu puesto de trabajo? Si te encuentras en una situación así, este artículo te dará respuestas a estas preguntas para que sepas cómo actuar.

    Causas comunes de discriminación laboral

    Empecemos desde el principio. Si has sido despedido o despedida, la empresa debería justificar el motivo de tu cese y demostrar que no está relacionado con ningún tipo de discriminación. Aunque la discriminación puede darse en diferentes contextos, a continuación te explicaremos los casos más comunes de despido discriminatorio.

    Enfermedad como causa de discriminación laboral

    Contrariamente a lo que se suele creer, una empresa no puede despedir a un empleado o empleada por estar de baja médica, a menos que existan pruebas que justifiquen el despido. La situación se vuelve aún más compleja cuando hablamos de una incapacidad laboral temporal. Hasta hace poco, el derecho español consideraba nulos los despidos en estas circunstancias. Sin embargo, sentencias favorables han considerado nulos los despidos por incapacidad laboral temporal debido a dolencias físicas, mentales o psíquicas que prolongan el periodo de recuperación de forma incierta. Estas sentencias se basan en la derivación de conductas de desigualdad hacia los empleados, es decir, en la discriminación.

    El embarazo como motivo de despido

    Según el Estatuto de los Trabajadores, el despido de una trabajadora embarazada es nulo. Además, también se consideran nulos los siguientes despidos relacionados con la maternidad o paternidad:

    • Embarazadas, desde la fecha de inicio del embarazo hasta el inicio del periodo de suspensión.
    • Trabajadores en periodo de suspensión del contrato por los siguientes motivos: riesgo durante el embarazo, riesgo durante la lactancia, enfermedades causadas por el embarazo, parto o lactancia natural, y adopción o paternidad. Es importante tener en cuenta que estos despidos son nulos hasta 12 meses después del nacimiento o adopción del hijo.
    • Trabajadores con reducción de jornada para cuidar de un hijo o familiar dependiente próximo.
    • Trabajadores en periodo de excedencia para cuidar de un hijo menor de 3 años.

    Despidos por cuestiones de género

    Otra causa común de despidos discriminatorios es el género, a veces asociado a la maternidad. Además de los casos anteriores, un despido puede considerarse nulo si existen indicios de que el motivo del despido no está justificado y hay una aparente disminución de mujeres en puestos similares en la empresa.

    ¿Cómo se considera un despido nulo?

    Es importante entender la diferencia entre un despido nulo y un despido improcedente. Un despido improcedente ocurre cuando la empresa despide a un empleado o empleada por causas justificadas, pero la entidad o relevancia de esas causas no es suficiente para justificar el despido. Por otro lado, un despido nulo es consecuencia de la discriminación. Si crees que has sido despedido o despedida debido a tu género, identidad sexual, religión, discapacidad u otro factor personal, te aconsejamos que demandes a la empresa.

    La clave para considerar un despido nulo está en la carta de despido. Este documento es la comunicación oficial de la empresa sobre tu cese y debe indicar la fecha y el motivo del despido. Es necesario que la carta incluya pruebas que respalden el motivo del despido, ya que estas pruebas se presentarán ante un juez en caso de que decidas demandar. Es importante tener en cuenta que, al firmar la carta de despido, estás dando tu conformidad y has recibido la notificación. Si no estás de acuerdo con el despido, no debes firmarla, ya que esto marca la diferencia ante un juez.

    ¿Cómo reclamar un despido discriminatorio?

    En cuanto recibas la notificación de despido, debes actuar rápidamente. Solo dispones de 20 días hábiles para reclamar el despido. Debes presentar una papeleta de conciliación en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) dentro de este plazo. En aproximadamente 15 días hábiles, tendrás una vista con la empresa para intentar llegar a un acuerdo. En caso de que no haya acuerdo, puedes presentar una demanda ante los Juzgados de lo Social.

    Es imprescindible que contactes con un abogado laboralista para que te asesore y notifique el despido. El abogado te guiará durante todo el proceso de reclamación y te ayudará a proteger tus derechos laborales.

    Compensación por despido nulo

    Una pregunta frecuente es si se tiene derecho a una indemnización en caso de que un juez considere el despido nulo. Lamentablemente, no hay una indemnización específica en estos casos. Sin embargo, el empleador está obligado a reincorporarte a tu puesto de trabajo y pagarte el dinero correspondiente por el tiempo que has trabajado. Además, si has solicitado la prestación por desempleo durante este tiempo, la empresa debe devolver el dinero a la Seguridad Social, realizando una compensación por lo cobrado que debería haber sido abonado en salarios al trabajador.

    Es importante tener en cuenta que la reincorporación al puesto de trabajo es obligatoria, a menos que se trate de un caso de acoso laboral o mobbing. Si tienes alguna duda al respecto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te informaremos de forma gratuita sobre tu caso de despido discriminatorio y te acompañaremos en todo el proceso de reclamación.

    ¡Protege tus derechos laborales y lucha contra el despido discriminatorio!