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Modificación, Suspensión y Extinción de Contrato: Causas y Consecuencias

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    El despido es una situación que puede generar mucha incertidumbre y preocupación en los trabajadores. Es importante conocer las causas y consecuencias de esta acción para poder proteger nuestros derechos laborales y tomar las decisiones adecuadas en caso de enfrentar esta situación.

    Despido Nulo: Protección de los Derechos Fundamentales

    El despido nulo se produce cuando se violan los derechos fundamentales y las libertades públicas del trabajador, causando discriminación prohibida por la Constitución y la ley. En estos casos, el despido es considerado inválido y se deben tomar medidas para proteger al trabajador.

    Algunos de los supuestos en los que se considera nulo el despido son aquellos relacionados con el embarazo y el ejercicio de los permisos y excedencias correspondientes. También se considera nulo el despido de trabajadoras en periodos de suspensión por nacimiento, adopción, guarda, riesgo de embarazo o lactancia natural, así como por enfermedades relacionadas con el embarazo, parto o lactancia.

    Las consecuencias de un despido nulo incluyen la readmisión inmediata del trabajador en su puesto de trabajo y el abono de los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la notificación de la sentencia. Además, si el trabajador ha recibido prestaciones por desempleo durante este período, la entidad gestora cesará el abono y reclamará las cotizaciones correspondientes a la Seguridad Social.

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    Despido Improcedente: Derecho a Indemnización

    El despido improcedente se produce cuando no se cumplen los requisitos formales establecidos o no se acredita adecuadamente la causa alegada por el empresario. En estos casos, el trabajador tiene derecho a una indemnización o a la readmisión en su puesto de trabajo.

    En caso de despido disciplinario, la extinción de la relación laboral no lleva asociada una indemnización, pero en el despido objetivo por causas objetivas, el trabajador tiene derecho a una indemnización equivalente a 20 días de salario por año de servicio, con un máximo de 12 mensualidades.

    El empresario tiene la opción de elegir entre la readmisión del trabajador o el pago de una indemnización. Si elige la indemnización, esta se calculará en base a 30 días de salario por año de servicio, prorrateándose los meses inferiores a un año. Además, el empresario deberá comunicar por escrito al trabajador la fecha de reincorporación al trabajo en caso de optar por la readmisión.

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    Despido Procedente: Causas Objetivas Acreditadas

    El despido procedente se produce cuando se acreditan las causas alegadas por el empresario de manera objetiva. En estos casos, el trabajador no tiene derecho a indemnización, pero se produce la extinción de la relación laboral.

    En el despido disciplinario, no se otorga indemnización al trabajador, mientras que en el despido objetivo por causas objetivas, el trabajador tiene derecho a una indemnización de 20 días de salario por año de servicio, con un máximo de 12 mensualidades.

    Es importante destacar que en los despidos improcedentes de trabajadores con relaciones laborales de carácter especial, la cuantía de la indemnización puede variar según la normativa específica de cada relación laboral.

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    En conclusión, es fundamental conocer las causas y consecuencias del despido para poder proteger nuestros derechos laborales y tomar las decisiones adecuadas en caso de enfrentar esta situación. Si te encuentras en una situación de despido, es recomendable buscar asesoramiento legal para garantizar la defensa de tus derechos.

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